jueves, 8 de octubre de 2009

FORMAR FALSOS AMANTES

Todos quieren llegar a ser los mejores, ser el máximo anotador del equipo, de la jornada, y al final de la liga. Quieren ganarlo todo siendo el mejor, cuando entrenas un grupo de chavales piensas que ojala sea así, que estos chicos lleguen lo mas alto posible y la ambición que ponen es la adecuada, normalmente no se dan cuenta de dónde están, de el porque practican el baloncesto, porque sus padres querían que su hijo hiciera algún deporte, porque su mejor amigo se ha apuntado a botar un balón naranja y ellos no saben que hacer, en este punto de maduración de los chicos siempre hacen algo porque aquel o este también lo hace y en pocas ocasiones el chico ama este deporte antes de empezar.
A partir de aquí es cuando aparece el papel del entrenador, debemos darle la base para que disfruten de esto, para que jueguen a divertirse y sobretodo para que entrenen para pasárselo bien, durante una temporada juegan unos 40 partidos pero entrenan el triple de veces. Transmitir tu ilusión a los chicos no es tarea fácil, se debe encontrar el punto entre las ganas de aprender y el saber competir, muchos caen en el error de querer competir en edades de formación, enseñan sus variantes defensivas preferidas, sus 10 sistemas que usan con su equipo senior por tal de conseguir esos resultados que le llenen a él y a sus chicos por haber ganado un partido. No es novedad escuchar “Que bueno es este entrenador porque mi hijo de 7 años ha ganado la liga”

Cuando te obsesionas en competir, acostumbras a encontrarte otros equipos que juegan para divertirse , la dinámica de los entrenamientos es positiva, con exigencia pero sin la presión de ganar y ganar, al producirse este encuentro lo mas probable es que pierdan los que aman ganar, la presión de tener que hacerlo todo bien a estas edades es demasiado grande, la cantidad de fallos de errores deportivos en perdidas de balón, en no saber como jugar, de moverse jugar en equipo, no saben los motivos de sus pasos de aquel reverso, todo esto se produce en tal cantidad de ocasiones que se nos hace imposible pedirle a estos chicos que siempre deben ganar porque en los entrenamientos colocan a sus jugadores de tal manera que le permite 60 puntos por partido.


No nos debe importar perder partidos, perder ligas, por no haber competido, nos centraremos en que nuestros chavales lleguen a final de temporada mejores técnicamente, con buenos conceptos adquiridos, que los chicos deseen volver a entrenar por que les gusta el baloncesto. Conseguir transmitir todo esto no es nada fácil y menos si pierdes todos los partidos, aquí es donde diferencio lo que es para mi un buen entrenador, saber mantener la relación competición-aprendizaje de los chicos, habiendo quedado últimos en liga llega el Septiembre y entrenas a 2 o 3 equipos con 15 chicos en el equipo, y nosotros hemos ganado en Septiembre y no en Junio.

1 comentario:

  1. Muy bueno! que razón, cuando me hablan de ese tema, siempre pienso en un partido disputado hace dos años con el equipo infantil que dirigía en aquel momento, el equipo contra quien nos enfrentamos tenían mil sistemas, pero individualmente eran muy flojos en el tiro, hacían mil pasos de salida, no sabían correr al contraataque ni prácticamente defender (es mas el arbitro aviso a su entrenador que no se podía hacer zona en esa categoría). El equipo en la segunda fase, se dieron de baja, quizás si se hubiera trabajado mas los aspectos que de verdad necesitaban aquellos niños todavía estarían jugando.
    Vinga Eloy nano cuidat, ja m'aniré passant per aquí, molt bo!
    Edu

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